Preservar nuestra memoria digital: un ritual imperativo
Ante los ataques al espacio cívico, resguardar nuestra memoria digital es parte de la resistencia. En esta edición compartimos herramientas y recomendaciones para lograrlo.

¡Hola! Les doy la bienvenida a La Lupa Digital: Centroamérica y México. En este boletín del Inspiratorio estamos atentas al cierre del espacio cívico digital en la región, y buscamos ideas para hacerle frente con inspiración. Soy Laura Rodríguez Salamanca.
"Nuestro espíritu se refleja en la memoria. Ante el dolor y el trauma, porciones de nuestra alma se refugian para resistir, esperando que pase el peligro".
Inicio con estas palabras de Niza Solari —chamana, comunicadora y educadora popular chilena—. Las he leído repetidamente en las últimas semanas; me han servido como bálsamo🍃 frente al dolor que compartimos muchos periodistas, activistas e integrantes de la sociedad civil organizada.
Enero fue un mes de doctrina del shock⚡. Nuestras redes sociales, correos y chats se inundaron de noticias que nos afectan en diferentes niveles: la desfinanciación del trabajo humanitario, la proliferación de ataques contra la sociedad civil y el periodismo independiente, y la alianza entre Trump, líderes autoritarios de la región como Nayib Bukele y los broligarcas dueños de X, Facebook, Instagram, WhatsApp y Google.
Tardé en enviar esta primera edición de 2025 porque, como a muchos de ustedes, la avalancha de noticias me dejó aturdida, sin saber qué filtrar entre tanto ruido.
Después de darle espacio al dolor colectivo, para no reprimir la capacidad de imaginar y conectar ❤️🩹 en medio de este panorama, como dice Mónica Roa (la directora de Puentes, la casa madre de este boletín) en un texto muy iluminador, pensé que una de las acciones que necesitaremos para resistir y proteger nuestras causas es salvaguardar nuestras comunidades y memorias digitales.
Esta idea está en sintonía con lo que dice Solari. Y así lo están haciendo organizaciones en Estados Unidos que trabajan en derechos sexuales y reproductivos; están preservando datos sobre estos temas, que la administración Trump está borrando de sus sitios web gubernamentales.
En esta edición propongo un ritual de curaduría por el cuidado de la memoria digital y comparto algunas herramientas para hacerlo. También hago un recuento de posibles efectos de los ataques de la triada Trump + Zuckerberg + Musk al espacio cívico de Centroamérica y México. Como dice Mónica, reconocer las pérdidas también hace parte del duelo colectivo.
[Red Flags🚩]
Hay al menos tres frentes desde los que Trump y los tecnoligarcas buscan debilitar a la sociedad civil y al periodismo, a la vez que restringen el espacio cívico digital en la región:
1. Desfinanciación
El congelamiento de la cooperación internacional de Estados Unidos, al menos por 90 días, y las amenazas de desmantelar la USAID son un golpe enorme para programas globales sobre migración, educación, salud, medio ambiente, justicia, agricultura, periodismo y libertad de expresión que se operan con estos recursos.
El medio No Ficción reportó, por ejemplo, que en la Casa Blanca están revisando proyectos para Guatemala que tienen un presupuesto de 275.38 millones de dólares.
Global Aid Freeze Tracker, una iniciativa de Accountability Lab, está documentando los impactos del congelamiento. En menos de una semana recolectó las respuestas de más de 500 organizaciones, el 50% dijo que no sobrevivirá después de mayo 😥.
A esta desfinanciación hay que sumarle otro factor. El 7 de enero, Mark Zuckerberg anunció el fin del programa de verificación de desinformación de Meta, Third Party Fact-Checking, en Estados Unidos. Esto ha generado preocupación entre los fact-checkers latinoamericanos, quienes temen una posible extensión de esta medida en la región. Si esto ocurre, afectaría a medios independientes como Animal Político, en México, que han financiado sus unidades de verificación con recursos de esa plataforma.
"El impacto es enorme, de graves consecuencias a largo plazo", me escribió Jordy Meléndez, director de Factual, una organización que se dedica a fortalecer redes y capacidades de periodistas jóvenes de Latinoamérica y El Caribe. "Todavía no podemos dimensionar los efectos en democracias, derechos humanos y libertad de expresión en América Latina".
También piensa, como Mónica Roa, que la confraternidad y la empatía puede puede ser un camino: “Lo que está sucediendo a nivel global nos debe motivar a seguir tejiendo redes, a estar dispuestos a la colaboración. Hoy, más que nunca, necesitamos eso: colaboración, empatía, aprendizaje compartido, llegar a acuerdos entre las personas y las organizaciones que estamos a favor de los derechos humanos, la libertad de expresión, la democracia”.
Uno de los ejemplos de estos esfuerzos colaborativos lo encontré en El Salvador, donde una docena de medios se unieron para crear la campaña🙌🏽 #DefiendeTuLibertad; están pidiendo apoyo para la financiación del periodismo en colectivo. Otro es el de la red global Grassroots Justice Network, que programó una sesión online para las organizaciones sociales afectadas por el congelamiento de los fondos estadounidenses. Invitó a expertos en finanzas, recaudación de fondos y derecho para debatir y compartir estrategias.
2. Narrativas para deslegitimar
No es una novedad que los actores autoritarios difundan discursos contra los periodistas y la sociedad civil👎🏽. Sin embargo, en los últimos días figuras con gran poder de difusión, como Bukele y Musk —el superhéroe de la derecha Latinoamericana— han intensificado estas narrativas.
Un ejemplo claro es esta interacción en X, donde Bukele —con el respaldo inmediato de Musk— acusa a periodistas y medios ‘independientes’ de ser "parte de una operación mundial de lavado de dinero" para impulsar una agenda globalista junto con oenegés.
En la misma línea, Zuckerberg acusó a los fact-checkers de ser una "herramienta de censura" cuando anunció el fin del programa de verificación en Estados Unidos. Esta declaración alimenta un clima hostil para la verificación de desinformación y la investigación de ecosistemas digitales.
3. Eliminación de datos y de narrativas en línea
El cambio del nombre del Golfo de México por “Golfo de América” en Google Maps, luego de que Trump lo renombrara 😵💫, es solo una de las evidencias más mediáticas de reescritura de la memoria digital y de la alteración del discurso en Internet, que se ha convertido en la principal biblioteca en el siglo XXI. Cuando estábamos cerrando este boletín, el golfo aparecía con los dos nombres.
Desde que Trump volvió al poder, se han borrado de sitios web gubernamentales documentos clave sobre anticoncepción, diversidad y género, directrices sanitarias, investigación científica acerca del clima, derechos de las personas LGBT, violencia de género, VIH y otros temas. Además, se han desactivado el sitio web y las redes sociales en español de la Casa Blanca y el portal de USAID, limitando el acceso a información esencial. The New York Times reportó que más de 8.000 páginas web de agencias gubernamentales en EE.UU. han sido eliminadas.
En nuestra región tenemos precedentes de este tipo de censura a los que hay que prestarles atención. En el caso de El Salvador, una ley mordaza🤐, aprobada en noviembre de 2024 por la Asamblea de Bukele, le otorgó a una agencia gubernamental el poder de eliminar información de Internet por considerarla "inadecuada" o "desactualizada". Esto es una amenaza para la libertad de prensa.
Mientras tanto, aliados de Trump han atacado dos herramientas importantes para preservar y difundir el conocimiento y la memoria en Internet: WayBack Machine y Wikipedia, la enciclopedia comunitaria donde encontramos información sobre casi cualquier tema. Heritage Foundation, el think tank que diseñó el Proyecto 2025 con el que Trump quiere conducir rápidamente a Estados Unidos hacia la derecha, se prepara para “identificar y atacar” a los colaboradores del sitio.
Elon Musk se ha dedicado a trollear a Wikipedia después de que la comunidad, siguiendo sus protocolos de creación colectiva de contenido, mantuviera en el perfil del multimillonario la información del saludo nazi que realizó durante la juramentación de Trump. Musk ha pedido a sus seguidores que dejen de hacer donaciones a la enciclopedia y ha señalado que está controlada por “activistas de extrema izquierda”.
Wayback Machine, por su parte, es un servicio que archiva y permite consultar versiones antiguas de millones de sitios web. Esta herramienta nos ha permitido a periodistas, investigadores y fact-checkers guardar evidencias de publicaciones que podrían ser borradas o alteradas, rastrear la evolución de artículos y acceder a contenido eliminado o censurado. Internet Archive, la organización que administra Wayback Machine, enfrenta varias demandas por derechos de autor que amenazan su existencia.
Esta amenaza no es menor. Como señala Daniel Schacter, psicólogo experto en memoria 🧠 y profesor en la Universidad de Harvard, en un artículo de Scientific American: “la proliferación de información errónea en Internet tiene el potencial de distorsionar los recuerdos individuales y colectivos de formas inquietantes”. Estos recuerdos alterados pueden cambiar nuestra comprensión no solo del pasado, sino también de cómo pensamos el futuro.
[Da esperanza ✨]
Frente a la marea de desfinanciación, deslegitimación, borrado y alteración de información, es importante enfocarnos en lo que sí podemos hacer. Encontré diversas organizaciones que están respondiendo muy en armonía con la idea de Solari: protegiendo la memoria para resistir 🏵️.
En Estados Unidos, medios como The Skimm e iniciativas como Abortion, Every Day están rescatando documentos y datos críticos sobre salud sexual y reproductiva que la administración Trump ha eliminado de sitios gubernamentales. Investigadores, científicos, periodistas y archivistas se han unido a estos esfuerzos, documentando qué información se está perdiendo y creando respaldos.
Inspirada en estas iniciativas, dedico esta última sección a compartir herramientas y recomendaciones para preservar nuestra memoria y comunidades digitales. Lo propongo como un ritual, pero también como una invitación a conservar contactos, victorias, trayectorias y conocimientos que vale la pena mantener seguros 🗝️. Pienso, por ejemplo, en medios de comunicación que tienen el registro de su recorrido exclusivamente en Instagram, en colectivas feministas cuyos informes solo existen en línea o en periodistas que han hecho revelaciones importantes. Están también las investigaciones que tomaron meses de trabajo y que contienen cifras, testimonios y denuncias que, si desaparecen, se pierden evidencias y registros históricos.
Como dice James Jacobs, investigador de Stanford Libraries y colaborador de Free Government Information, en un reportaje de 404 Media: “Antes, cuando todo era análogo, los registros se mantenían. Ahora, los datos son más accesibles, pero también más frágiles”. Para mitigar estos riesgos, se pueden combinar herramientas digitales con almacenamiento seguro en varias copias y soportes físicos.
Lo primero es simple pero crucial: crear una agenda de contactos clave de nuestra comunidad digital. En un momento donde las reglas de las plataformas cambian constantemente, es fundamental no depender exclusivamente de las redes sociales para preservar nuestras conexiones. Se puede crear una base de datos en Excel que vincule los nombres de usuario y avatares que usamos en redes sociales con la información de contacto real: nombres completos, correos electrónicos y números de teléfono de aquellas personas y organizaciones con quienes queremos mantener el contacto. En los dos últimos boletines de La Lupa Digital: Justicia de Género (1, 2) encontrarán herramientas para descargar y almacenar el historial de sus redes sociales.
Wayback Machine permite guardar copias de páginas web para evitar su desaparición, archivar posts de redes sociales (si estás pensando en abandonar alguna) y conservar archivos multimedia⏯️. La herramienta posibilita comparar diferentes versiones de un mismo sitio web para ver cómo ha cambiado con el tiempo y detectar modificaciones específicas de las páginas. Funciona de manera simple: se copia la URL y la herramienta guarda una reproducción del sitio. Les dejo una guía de Global Investigative Journalism Network para profundizar.
También hay otras opciones similares. ArchiveWeb.page es una herramienta interactiva que facilita la custodia de archivos web mientras se navega. Está disponible como extensión de navegador o como aplicación de escritorio. Lo interesante es que se puede reproducir todo lo que se ha archivado usando ReplayWeb.page, sin necesidad de instalar nada más.
Conifer permite guardar páginas web completas, incluyendo su diseño, interacciones y contenido dinámico. A diferencia de otros archivos web, no solo captura texto e imágenes, sino también videos, menús y elementos que requieren inicio de sesión. Ofrece un plan gratuito con 5GB de almacenamiento🗃️.
SingleFile es una extensión de navegador para guardar páginas web completas en un solo archivo HTML, manteniendo su estructura, enlaces y contenido navegable. Al ser un archivo local, se puede almacenar sin depender de plataformas externas, garantizando el acceso a la información sin riesgo de perderla.
Software Heritage es una iniciativa que preserva el código fuente de software y sitios web. Funciona como un archivo universal que resguarda repositorios públicos y privados, permitiendo su consulta y conservación. Cualquiera puede navegar su base de datos o contribuir archivando proyectos clave.
Para preservar nuestros archivos digitales, es fundamental crear múltiples respaldos en soportes físicos:
Copias en diferentes formatos y lugares: mantener respaldos en distintos dispositivos (discos duros, SSDs) y formatos (PDF/A, TIFF, CSV, HTML). Lo ideal es seguir la regla 3-2-1: tres copias, en dos tipos de soporte, y una en una ubicación diferente (por ejemplo, en la nube).
Impresión de documentos clave: resguardar físicamente los artículos, informes y documentos más importantes de nuestra organización 📦.
Para cuidar estos archivos a largo plazo, es importante:
Protegerlos de la humedad 💦 y las temperaturas extremas 🌡️, que pueden degradar los soportes físicos.
Crear un sistema de organización que permita encontrar fácilmente los documentos cuando los necesitemos.
Revisar periódicamente que los archivos estén intactos y actualizar los formatos cuando sea necesario.
Inicié con una frase de Solari para aliviar el corazón del doomscrolling porque, como dice la escritora italiana Andrea Marcolongo en su libro Etimologías para sobrevivir al fin del mundo, cuando elegimos con atención las palabras "ponemos cierto orden al caos, y esa también es una bonita manera de cuidarnos"🤍.
Como investigadora de estos ecosistemas, sé que en momentos de crisis podemos sentir la obligación de estar al tanto de todo y de tomar acciones. Pero sobreexponernos a todas las noticias puede afectar profundamente nuestra capacidad de acción y bienestar. No necesitamos verlo todo para estar informadas y activas. Les recomiendo el Data Detox Kit de Tactical Tech, una guía para establecer una relación más saludable con las plataformas.
Para seguir acompañándonos y cuidándonos, les adelanto que Puentes está organizando el encuentro "Dolernos en colectivo: Un ritual para dignificar las pérdidas y transformar el dolor en coraje para el cambio". Será el próximo 7 de marzo a las 9:00 a.m. (hora Centroamérica y México). Pronto publicaremos más información en las redes del Inspiratorio.
Gracias por leer.
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Edición: Anamaría Bedoya Builes y Cristina Vélez Vieira / Diseño: cruanas.emii 🇨🇺