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Elon Musk llegó a Twitter con la fuerza de un huracán. El 27 de octubre anunció que finalmente había comprado la red social y en menos de un mes despidió a más de la mitad de los empleados de la compañía, desató una epidemia de suplantación en la plataforma y advirtió sobre la posibilidad de que la empresa –que compró por 44.000 millones de dólares– termine por caer en bancarrota.
La incertidumbre sobre el futuro de Twitter ha sido centro de discusión en la misma red. Este mes le medimos la temperatura al revuelo que ha causado el magnate que ahora lleva las riendas de la red social.
En Visión Panorámica 🌎👇🏾 damos un vistazo a la conversación digital en Twitter alrededor de las acciones de su nuevo dueño. Identificamos las narrativas que más se activaron durante el último mes en Centroamérica y México.
En La Lupa 👇🔍 detallamos las dimensiones clave para entender qué está pasando, los obstáculos y el devenir de la red.
¿Qué puede hacerse? 👀 Cerramos este boletín resumiendo algunos consejos y guías ante el incierto futuro de Twitter.
🌎 Visión Panorámica: así reaccionaron Centroamérica y México a la noticia en Twitter.
Este tema, que afecta directamente a los usuarios de la red social, ha sido centro de conversación durante las últimas semanas. Analizamos los mensajes de mayor difusión en la región y encontramos que en 2022, como se puede observar en la siguiente gráfica, la dinámica y los picos de conversación coinciden con las decisiones o reversazos de su ahora propietario, Elon Musk:
Con respecto a las publicaciones, encontramos que durante el mes de noviembre prevalecieron los mensajes y memes que anuncian la caída de Twitter. Etiquetas como #RIPTwitter y #Twitter fueron tendencia, acompañadas de mensajes de despedida y de pronósticos fatales.
Aunque esas predicciones no se han cumplido –al menos de momento–, la compañía todavía tiene varios frentes abiertos que alertan sobre su viabilidad económica y la posibilidad de sanciones legales.
🔍 La Lupa: ¿Qué pasa con el Twitter de Elon Musk?
Luego de que el magnate anunciara la compra de la red social, el mayor revuelo se vivió el 17 de noviembre. Esa semana, Musk se había comunicado por correo con todos sus empleados. Les informó que si no estaban dispuestos a darlo todo por la compañía podían retirarse con una indemnización.
Ese jueves, cuando se cumplió el plazo para aceptar las nuevas y exigentes condiciones de Musk, se supo que miles de empleados abandonarían la compañía. La situación dio pie a que en Twitter se especulara sobre la estabilidad y la seguridad de la plataforma, considerando que con la pérdida de equipos enteros de ingeniería, podría quedar expuesta a fallas y ataques.
Aun cuando esos pronósticos no se cumplieron, hay razones para pensar que el futuro de la plataforma no está asegurado.
En primer lugar, es inquietante la situación financiera. Además del complejo panorama que se vislumbra para la economía mundial el próximo año, Twitter lleva años tratando de mejorar sus ganancias y de obtener nuevos usuarios.
Esa presión es incluso mayor ahora, pues Musk apalancó su compra con créditos que suman 13.000 millones de dólares, un monto que exige una rentabilidad y unos intereses que de momento no parecen muy compatibles con las finanzas de la compañía.
Además, la llegada de Musk ha enfriado las relaciones con los anunciantes, quienes representan el 90% de las fuentes de ingreso. Más de la mitad de las principales marcas que pautaban en Twitter han suspendido el gasto publicitario en la plataforma mientras comprueban qué rumbo toma la compañía.
Por otra parte, las acciones de Musk lo han puesto en la mira de los reguladores en Estados Unidos. Algunas de sus abruptas decisiones –como la puesta en marcha de un sistema de suscripción para obtener la insignia azul que antes solo tenían altos perfiles en la plataforma– no necesariamente cumplen con la evaluación de riesgos que exige la Comisión Federal de Comercio de ese país. El incumplimiento de estos deberes podría exponer a Twitter a multas multimillonarias, como la de 5.000 millones de dólares a la que hace unos años fue condenada Facebook.
Esta posibilidad de sanciones económicas se proyecta también en la Unión Europea. Hace poco se implementó allí la Ley de Servicios Digitales, una norma que somete a las compañías de tecnología a obligaciones muy estrictas en materia de moderación de contenidos y transparencia. De momento, Musk se ha alejado de las buenas prácticas que en los últimos años se han desarrollado alrededor de estos dos puntos. Así lo demuestran las bajas en el equipo de seguridad y confianza en la plataforma, así como el restablecimiento de Donald Trump en la plataforma sin otro criterio que el resultado de una encuesta en la cuenta personal de Musk.
Es imposible predecir hacia dónde se orientará Twitter en manos de su nuevo dueño. En el fondo, el futuro de la plataforma se debate entre la presión de los reguladores, las necesidades económicas y la voluntad de su propietario, quien de momento no parece muy precavido por las alarmas que se han encendido en su breve tiempo al frente de la compañía.
Más allá de la falta de claridad sobre el futuro de Twitter, la disputa de este espacio de deliberación continúa, y las adaptaciones que puedan hacer los gobiernos que controlan la atención de este foro de discusión a través del uso de sus cuentas como megáfonos o con apoyo de grupos coordinados que están atentos a imponer tendencias y enfrentar contradictores nos mantiene expectantes. Ante esto, es importante que las organizaciones progresistas y el espacio cívico de la región se mantengan atentos a la adaptación que, ante esta crisis, puedan tener los gobiernos de la región que se han valido de esta red como principal tribuna política.
👀 ¿Qué puede hacerse?
La situación de Twitter ha provocado un éxodo de usuarios en la plataforma y ha puesto sobre la mesa la necesidad de diversificar los canales de comunicación.
En tiempos en los que las principales plataformas –Facebook, Instagram, YouTube y TikTok– se han volcado al contenido en video, muchos han puesto en el radar a Mastodon, una red social de microblogging que por su infraestructura se asemeja mucho al espacio que hoy en día es Twitter.
No es posible predecir si la migración de usuarios consolidará a Mastodon como un nuevo espacio de discusión pública o si se trata solo de una reacción momentánea a los cambios que está sufriendo Twitter. La situación podría asemejarse a lo que ocurrió a comienzos del 2021, cuando el anuncio de cambios en la política de privacidad de Whatsapp provocó que miles de usuarios se mudaran a Signal o a Telegram, sin que al final estas aplicaciones reemplazaran al servicio de mensajería de Meta.
En todo caso, si está interesado en explorar esta opción, compartimos este kit de herramientas que incluye una guía de la plataforma y servicios para encontrar perfiles de Twitter que ya están en Mastodon.
Aunque es cierto que Twitter no se apagará de un día para otro –como se pronosticaba hace unas semanas–, la plataforma ofrece la posibilidad de descargar un archivo con datos relevantes como tuits, contenido multimedia y mensajes directos. Compartimos aquí el paso a paso para obtener esta información.
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